martes, 7 de mayo de 2013

Hay que romper con hábitos dañinos para con nosotros mismos. Esas malas costumbres que solo siguen acarreando malos momentos, malos pensamientos, buenas situaciones con final amargo, tan contradictorio que termina siendo malo. Es hora de tomar decisiones, de convertir pensamientos en acción y liberarse de las cargas. 

Las relaciones nocivas provocan un desgaste emocional enorme, y solo atraen -como un imán- más relaciones de este tipo. Es hora de cortar de raíz el problema, y la única forma de hacerlo es tomar el toro por las astas. 

Ninguna de las opciones de que dispongo hoy, tiene futuro. Y si voy a empezar a sincerarme, lo cierto es que ninguna de las opciones que tengo hace años, tuvo o tiene futuro. Pero, por mucho que cueste admitirlo, la única razón por la cual mantengo estas relaciones es por temor a estar realmente sola. Porque sé que si siento esa soledad, tarde o temprano voy a caer nuevamente en esto que estoy tratando de dejar. Es como una adicción si lo analizo bien, en definitiva, no es muy distinto del alcohol o el cigarrillo. Una cosa lleva a la otra. Supongamos que corto todo lazo nocivo en mi vida, vuelvo a foja cero, lista y receptiva para un amor verdadero y solo para mi, pero, a pesar de toda mi receptividad el tiempo -que es tirano- empieza a pasar, y se suceden los días, los meses y en algún momento la soledad se asoma a través de la puerta de mi habitación; y entonces es en ese momento en el cual una es plenamente consciente de que existen dos opciones y, como siempre, una es fácil y la otra es dificilísima!

Empecemos por lo obvio, la salida fácil es agarrar el celu, mandar un par de mensajes de texto, whatsapp, etc., y esperar los resultados, que normalmente no se demoran en llegar, y adiós problema de soledad! Al menos hasta la mañana siguiente. Al despertar al otro día volverá la sensación de vacío, más un profundo sentimiento de frustración por no haber podido aguantar y superar. Y veré a lo lejos como mi príncipe azul que aún anda perdido se aleja cada vez más, y su silueta es cada vez más borrosa. Llegada a este punto, comenzaran las mentiras a mi misma, tratando de justificar lo que hice. Convenciéndome que no nací para estar en pareja, no nací para pertenecer y que me pertenezcan. No nací para la convivencia, y lo que es peor, no nací para ser y tener la exclusividad de un hombre. Entonces, me iré a dormir a la noche con la consciencia engañada, pero tranquila y dispuesta a seguir en este camino, que es el único que conozco por NO PODER.

Opción número dos (y me parecía fácil la anterior), es aguantar. Solo eso, aguantar los embates de la soledad, porque tarde o temprano se cansará de asomarse y yo me sentiré libre y quizás en ese momento llegue a mi vida ese amor que hasta hoy me es esquivo. Y, si esperara lo peor, diría que si ese amor no llega y después de ese arduo combate contra la soledad estaría en condiciones de superar y seguir, y ser feliz conmigo misma.

El camino fácil, visto ahora en palabras, es sumamente tortuoso. La vía difícil es tan sencilla que asusta. Porque solo cada uno sabe lo difícil que es renunciar a lo que estamos acostumbrados, dar un paso de fe, a ciegas, dar el salto esperando que lo que viene sea mejor...

domingo, 5 de mayo de 2013

LOS 10 LADRONES DE TU ENERGÍA...

 1- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.

 2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle. Las deudas no caducan con el tiempo, aunque la ley te proteja; sé responsable, es mejor hacer un plazo de céntimo a céntimo, que perder tu preciada energía y tu palabra.

 3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a renegociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio.

 4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas. Aunque no debes de huir de responsabilidades y no todo el tiempo es factible, muchas veces por puro control o por no darnos el permiso, seguimos perdiendo tiempo en nimiedades y abandonando lo verdaderamente significante en nuestras vidas.

 5- Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad. La naturaleza, tiene ritmos y tu vida también. No actuar en el momento erróneo te quita energía y no parar cuando lo necesitas, también.

 6- Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas. Uno por uno, toma cada papel, cada recuerdo y hasta cada sueño y elige.

 7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Toma sol por las tardes, medita, respira, báñate en el mar, haz ejercicio en la naturaleza, escucha tu cuerpo y elimina las toxinas. Haz una cita médica y mira si te faltan minerales o vitaminas. Aliméntate con comidas orgánicas (sin pesticidas) y frescas; trabaja en la prevención para evitar la crisis de una enfermedad (un aviso un cuerpo sin energía).

 8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja; y toma la acción necesaria. Resignarte a una situación y sentirte que no tienes control, sólo conseguirá drenarte.

 9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. Entregar a Dios, siempre puedes elegir tu camino y fluir sin apegos hasta llegar a tu orilla a salvo.

 10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.

 Estar conectados a Dios y su amor es la fuente más grande de energía, mientras que los miedos, el rencor y la ira son los bloqueadores más frecuentes. Enfócate en el presente, vivir en el pasado o vivir en el futuro, solo te drenan del presente.

Recuerda que tienes una fortuna, Dios te regaló una cuenta con latidos de vida, úsalos con conciencia, no los desperdicies y serás feliz, latido por latido.

Hoy es domingo, día de fútbol, domingo de Súper Clásico... El club de mis amores no está pasando por su mejor momento, pero esta tarde, cueste lo que cueste, tenemos que ganar...

Y un domingo soleado como el de hoy me provoca nostalgia, y alegría al mismo tiempo. La añoranza de un asadito en algún club rodeada de verde y salir con la panza llena a la cancha, caminando en esa procesión mágica, el ritual de la previa futbolera... Muchas emociones que solo pueden provocar un inmenso placer.

Y luego de pasar por los controles, cacheos y algún que otro empujón... dirigirme derecho a las tribunas que aun están semi vacías. En el estadio ya se respira incertidumbre mezclado con excitación, olor a choripanes y césped verde recién cortado, mientras el sol calienta el rostro de los expectantes tribuneros que charlamos entre nosotros de banalidades para retrasar el momento de nerviosismo previo a la salida de nuestro equipo.

Estos domingos son los que valen la pena disfrutar, rodeada de amigos azul-amarillo que bromearan sobre el equipo contrario, insultaremos desde la lejanía a la pequeña tribuna que nos mira desde el costado izquierdo de la cancha; manchas blanco-rojizas que, a su vez, deben estar profiriendo insultos semejantes a los nuestros. Eso es un domingo de cancha... Que empieza con el ritual de la caminata y termina con los jugadores en la cancha, donde espero, dejen el alma... porque cueste lo cueste... hoy tenemos que ganar!

Hoy me tocará verlo en el LED, tratando de vivenciar lo que aquí escribí recostada en mi cama, con el ventanal abierto para tener esa sensación de sol y viento sobre mi cara, a pesar de la comodidad de mi dormitorio... Pensando que tengo que volver, que tengo que retomar mis rituales domingueros de fútbol...

Vamos Boquitaaaaa!!!